Hace meses que no te envío mi Postal desde Holanda, y tiene muchas razones que ya te iré contando. Hoy ni siquiera te envío una, pues si te has fijado bien, hoy lo que te envío es una Postal desde el alma.
¿Algunas de esas razones? En estos meses de ausencia he cambiado de país, he hecho cursos y sesiones preciosas, he trabajado en mi nueva web en la que te encuentras ahora, www.noemilazaro.com, y me he encargado de hacerme feliz.
Así comienzo una nueva serie, ya que mi etapa de tres años de vivir en Holanda junto al mar se ha terminado y he vuelto a Pamplona, he vuelto al bosque. De esta manera contúo con esta tradición epistolar y mensual que comencé un 10 de septiembre de 2020 y que hoy estrena nuevo título: Postales desde el alma.
En mis Postales desde Holanda te compartí fotos y reflexiones que los paisajes de aquellos lares me inspiraban. Mera excusa, eso sí, para compartirte mis paisajes internos al pasear por esas playas, esos campos y ciudades.
Hoy te quiero contar de mi vuelta al bosque y de cómo éste me envuelve cada vez que tengo la sabiduría de hacerme disponible a su magia.
Hace poco tuve la suerte de ofrecer un curso de Registros Akáshicos en un claro del bosque tan mágico como el que te enseño. Era un círculo de troncos que parece salido de una saga nórdica, un libro de fantasía o una leyenda vasca. Supongo que más esto último, pues esta maravilla está en Bizkaia.
Sentada sobre uno de esos troncos mientras meditábamos y conectábamos con el corazón y la voz interior a través de los Registros Akáshicos, sentía los anillos del tiempo: los años de lluvias, los más secos, los de bonanza, los de hambrunas, los de paz y los de conflictos. Estos mapas del tiempo llevan la memoria de muchas vidas, de muchos momentos que, no por el hecho de estar codificados en forma de redondeles, dejan de ser fascinantes.
Y sentía tanta belleza a mi alrededor que la emoción me embargaba por momentos. Sentí muchísimo agradecimiento a todas las generaciones de personas que han preservado espacios así. Para mí son como refugios de amor ante tanta inmediatez y urgencia de la vida cotidiana.
Una vez que terminamos la clase de Registros Akáshicos, y mientras el resto se iba al descanso, me quedé en el bosque que me tenía encantada y entusiasmada. Resulta que ese paraje fue antiguamente una cueva, cuya cúpula se hundió, y de ahí la de placas de piedras superpuestas y los huecos que se generan.
Más allá de la explicación geológica, me vi fascinada por esos agujeros que me recordaban de nuevo a la madriguera del conejo blanco en Alicia en el País de las Maravillas. La tentación de hacerme minúscula y de entrar en las entrañas de la tierra era inmensa. Si bien más inmensa era la limitación de mi cuerpo humano ante tal proyecto incursivo. No obstante, me imaginé descubriendo ciudades intraterrenas, cuevas inexploradas, mundos ocultos. El tiempo desaparece cuando recorro esos espacios, y eso simplemente me encanta.
De nuevo en la superficie, me dejé sorprender por los regalos del bosque a cada rincón: frutos, hojas, flores, troncos, raíces, insectos, huellas de otros animales de mayor tamaño, etc. Recorrer el bosque es recorrerme internamente y es un puro gozo de colores, olores, sonidos y texturas.
Los pájaros, mis pies sobre la alfombra de hojas, las ramas con el viento, el crujir de troncos que me recuerdan lo vivo de ese espacio, y también me recuerdan lo viva que me siento yo en ese espacio. Instantes eternos, hechos de presencia y belleza.
Y entre verdes y marrones asoma un punto rojo. Mis ojos de niña curiosa se van a admirar el dechado de generosidad de la naturaleza con su variedad de formas de vida. Ese rojo activa mi imaginación y me recuerda a Garbancito que dejó marcada su senda para saber volver a casa. Y eso quiero hacer yo con los frutos rojos en mi vida: usarlos de hoja de ruta hacia lo que me nutre, lo que me da placer y lo que me lleva cada vez más a mí misma.
En ese mapa del tesoro estarán siempre las playas de Egmond aan Zee, y a partir de ahora con mayor frecuencia los bosques frondosos de este norte que me acoge con tanto cariño, y que es tan distinto de mi Aragón natal de tierras rojizas.
En esta nueva etapa sigo con mis sesiones y grupos online, y también presencial con más actividades en Pamplona y donde la vida me invite. Estos tres años en la Osho Humaniversity de Holanda han sido intensos y transformadores y estoy muy contenta de volver para compartirme desde mi cariño, amor y entusiasmo.
El corazón me lleva a explorarme y a explorar contigo los secretos para encontrar el bienestar. Lo hago de muchas maneras como los Registros Akáshicos, el Rebirthing, las Constelaciones Familiares, el Diseño Humano, la meditación AUM y los Círculos de Mujeres que encontrarás en mi telegrama del mes y en mi agenda. También a través de libros, películas, canciones y prácticas que comparto en mi nueva web y que te invito a explorar. Nos vemos en mi próxima Postal desde el alma.
Mi telegrama del mes:
- 25 y 26 de noviembre de 2023, Pamplona, Curso de Registros Akáshicos.
- 17 de diciembre de 2023, Pamplona, Meditación AUM.
- 16-30 enero de 2024, Curso online de Facilitadora de Círculos de Mujeres (inscríbete hoy y accede a los materiales)
- 17 de enero de 2024, Pamplona, Meditación AUM.
- 3-4 de febrero de 2024, Vilanova i la Geltrú (a 40 minutos de Barcelona), Curso de Rebirthing de Adolescente Interior.
- 25 de febrero de 2024, Pamplona, Meditación AUM.
- 29 de febrero-12 de marzo de 2024, online, Curso online de Registros Akáshicos (inscríbete hoy y accede a los materiales).
- 21 de abril de 2024, Pamplona, Meditación AUM.
- 19 de mayo de 2024, Pamplona, Meditación AUM.
- 25 y 26 de mayo de 2024, Pamplona, Curso de Registros Akáshicos.
- 16 de junio de 2024, Pamplona, Meditación AUM.
- Sesiones online de Respiración consciente de Rebirthing, Registros Akáshicos, Constelaciones familiares y Diseño Humano.
- Curso online personalizado de Diseño Humano Vivencial (Empieza cuando quieras, se inicia ya al inscribirte.)
- Regala mi acompañamiento con un Vale de Regalo especial.
- Puedes regalarte y regalar el Tarot de los Mensajes
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¿Qué te trae a ti el bosque? Me encantará saber de tus vivencias…
8 comentarios en “De vuelta en el bosque”
A mí el bosque me trae hogar. Es -junto al mar- un lugar que puedo denominar casa. Me siento acogida, me siento parte. Sentirme parte en el bosque es sentir como la vida se va desarrollando sin que yo tenga necesidad de intervenir. Puedo pararme a escuchar, ver, oler, tocar, probar… Puedo comprender desde ese lugar donde sobran las definiciones. Puedo ser desde ese lugar donde los apelativos no existen. Puedo abrirme a recibir la sabiduría que emana sin tener que ponerla en mi curriculum. El mundo vegetal del bosque es lo que con más facilidad me acerca a lo humano que hay en mí. Gracias por traerlo a mi día. Eta ongi etorri berriz ere Nafarrora.
Me encanta ir al bosque. Gracias por tu escrito.
Bienvenida viajera mujer!
Por éstos lares y bosques que ahora están multicolores!
Me tiran de la orejita cuando me acerco a ellos y me conectan con mi naturaleza silvestre y paganicola… siempre es un placer oír sus susurros y crujires recordándome que me debo a la Amalurra-Madre Tierra.
Abrazos de enredadera boscosa
♥️🌺🙏🏼
Q bonito Noemí! Me encanta «Postales desde el alma» Has conseguido llevarme allí a ese lugar mágico y poderoso. A soñar con mi poder preferido , el de acudir a un lugar y sentir lo vivienciado en él. A mantener viva a mi niña interior jugando y soñando un una vida de cuento, explorando y adentrándome en la gran aventura del descubrir.
Q gran regalo
«La Vida» y como dice la canción, Gracias a la Vida q me ha dado tanto….Gracias a ti Noemí por formar parte de ella. Un abrazo nutritivo del bosque. 🥰🌸✨
Pues suelo ir a menudo al bosque sobre todo en estas fechas y en el invierno, en verano lo cambio por la playa . A mi me transporta a vidas pasadas , esto sucede porque me hago esta pregunta, como sería este lugar en la época medieval o la romana ??? , y empiezan a aparecer imágenes en mi mente e incluso a veces si me conecto con el momento y el paisaje percibo como el me lo muestra con algunos cambios. Ahora al contarlo aquí , me siento como si lo viviera. Gracias por darme la oportunidad de hacerlo. Espero tus postales desde el alma. ❤️
Me encantó tu postal desde el bosque, yo también voy de vez en cuando aquí a la Sierra de Alaitz, hay unos bosques de hayas maravillosos.
Te mando un abrazo de luz desde mi corazón.
Uxue
Dicen que los árboles son sanadores, y yo, así lo creo.
Dicen que sólo tenemos que conectar nuestro corazón con el corazón de cada árbol. A mí, a veces, me hablan.
Y desde hace muchos años, cuando es el cumpleaños de alguna amiga le digo: «Te ha salido un arito mas como a los árboles», y le adjunto la foto de los aros de un árbol.
Nartan, bienvenida de vuelta y gracias, gracias, gracias, por tus compartires, que me llevan a la reflexión, a la auto-observación y al aprendizaje.
Sí, es momento de lo nuevo.
Un agrazo de Koala….